Una cosa interesante
que tienen las jornadas es cuando puedes hablar con roleros que tienen
experiencias e ideas diferentes a las tuyas. Esto siempre es bienvenido, la
gente con ideas distintas que aportan puntos de vista diferentes a los tuyos
ayudan a dos cosas principalmente. La primera es conocer opiniones que quizás nunca
te hayas planteado la segunda es que te planteas las tuyas propias al tener que
defenderlas y exponerlas por lo que puedan quedar enriquecidas de una forma que
en un ambiente cerrado no podrían evolucionar o tener el peligro de convertirse
en dogmas.
Una de estas
conversaciones fue en torno a los manuales de rol y su uso. Veréis os voy a
poner un poco en antecedentes.
Me encontraba yo en
uno de los restaurantes comiendo con un grupo y mientras traían la comida
estaba echándole un vistazo al manual de Plenilunio (juego al que le afectan
muchos prejuicios por desgracia y está relacionado con este articulo) y para mi
sorpresa ninguno de los 20 roleros de la mesa lo había leído ni jugado (aunque
claramente tenían opinión sobre el, intentare solucionar esto en mi canal) y
uno de ellos me pidió que si podía echarle un vistazo. Mientras lo ojeaba empezó
la conversación con un:
-y no te da pena que se pueda estropear o manchar, eso es un
libro para estar en la estantería
-¿Por?
-Porque es demasiado bonito es un libro de ilustraciones no
para jugar con él.
Fue aquí donde empezó el debate con mi lapidaria frase:
-Bueno es que un libro que va a la estantería y no se usa es
traicionar la intención del autor
Esta frase no viene
gratuita, en mi casa son muy lectores y siempre se ha considerado que
todo libro existe para leerse y si no lo lees o lo usas esta para prestarse (aunque
también mi madre acuñaba la frase; libro prestado, libro perdido)
Desde mi punto de
vista el no tocar un manual por que ha costado mucho dinero o porque es bonito
dista mucho de la realidad ¿Acaso no voy a encender mi Play 4 porque era muy
cara? ¿No voy a overclokear mi grafica por el mero hecho de que me costó 400€?
Esto resultaría ridículo ¿Por qué no nos lo parece con los libros? Los libros
como las cosas que realmente merecen la pena son las que usamos para
divertirnos con ellas. Tampoco estoy diciendo que los libros han de ser maltratados
pero ¿Por qué no se pueden subrayar o poner notas en los márgenes? Tengo un
amigo que los libros parecen un códice medieval con sus glosas por todos los márgenes
y que decir de aquella guía de hitos que vi una vez subrayada como un libro de
la ESO, yo aquí soy más especialito y uso posits y hojas en el interior porque
no me gusta escribir en los libros. Esto hace que no me explique cuando veo
cosas como por ejemplo los armarios aislantes y de control de humedad en los
que algunos guardan sus manuales como si fueran incunables del siglo XV o par
ami la incomprensible imagen de un V20 en una vitrina diciendo ahora por fin está
en su sitio ¿su sitio no sería la mesa de juego rodeado de doritos, dados y
fichas con marcas de vasos? A veces pienso en las caras de dolor que tendrían algunos
si vieran la disposición de mi mesa de trabajo cuando estoy consultando para
hacer una partida con libros en el suelo o abiertos uno encima de otro o
incluso ese manual del Arsenal del viejo mundo en el que una coca cola cayó
sobre el (sigue siendo usado por cierto) o el feng shui con su maravilloso café
decorando un capítulo entero. Esta circunstancia es lo que hace que no entienda
esa manía de abrir los libros como muchos 35 grados.
"Este libro es el de segunda edición"
Antes de terminar os
voy a dejar una anécdota de una conversación con Juan Carlos, que relata
perfectamente el orgullo que tiene los autores cuando ven sus libros usados. En
la LES hace unos años y le lleve a firmar mi primera edición de EXO. Aún
recuerdo como le entregue casi con vergüenza aquel manual destrozado, con las
tapas separadas y los pliegos descosidos y reparados. Su cara fue de una gran ilusión,
se sintió orgulloso porque sabía que aquel manual no tenía dejadez, al
contrario tenia cariño y había vivido con personas que respetaban y querían su
juego. De hecho antes de firmar la contraportada (mi intención era retirar el
manual y que firmara como lo había hecho en las CLN de 2003) lo paseo por todo
el equipo de sombra para que vieran lo maravilloso que estaba aquel libro.
Desde entonces mis libros destrozados de mi colección son exhibidos con orgullo
y no con vergüenza.
La próxima vez que
tengas un HL20 o un Filo del imperio recuerda que los nombres de los créditos quieren
que uses el libro, no lo condenes a una estantería.
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